La Rudbeckia, también conocida como Susan de ojos negros, es una planta perenne de la familia de las Asteráceas, muy apreciada en jardinería por sus vistosas flores que aportan un vibrante toque de color a cualquier espacio exterior. Se caracteriza por sus flores grandes y llamativas, con pétalos amarillos brillantes que rodean un centro oscuro, marrón o negro. Estas flores, de estructura cónica, pueden alcanzar alturas de entre 30 cm y 1,2 metros, según la especie y las condiciones de cultivo.
Originaria de América del Norte, la Rudbeckia ha sido cultivada y valorada durante siglos. Su nombre científico honra a Olof Rudbeck, un botánico sueco del siglo XVII. Esta planta es popular en jardines y paisajes por su resistencia y capacidad para florecer durante largos periodos, desde mediados del verano hasta el otoño. Las flores son grandes, con pétalos amarillos y un centro oscuro. La planta alcanza entre 30 cm y 1,2 metros de altura, tiene hojas alternas y ásperas al tacto, y crece rápidamente formando matas densas. Aunque es perenne, algunas variedades pueden comportarse como anuales.
La Rudbeckia se utiliza principalmente en jardines ornamentales y bordes mixtos por su capacidad para atraer polinizadores como abejas y mariposas. Es popular en arreglos florales debido a su larga vida en jarrones. Además de su valor estético, la Rudbeckia puede plantarse para controlar la erosión en suelos secos y pobres gracias a su sistema de raíces fibrosas. Aunque no aporta nutrientes directos al ser humano, su presencia en el jardín mejora la salud del ecosistema local al atraer polinizadores y otros insectos beneficiosos. También ayuda a mejorar la estructura del suelo y es útil en prácticas de jardinería sostenible.