Somos un emprendimiento familiar que con dedicación adquirimos, cultivamos y conservamos semillas limpias, libres de pesticidas y abonos químicos, para así distribuir a la mayor cantidad de personas nuestras semillas.

Todo parte una tarde de verano en nuestra parcela en Limache, mientras disfrutábamos de una sandía sabrosa cultivada en nuestro campo. Allí, nos miramos y mientras botábamos las pepas coincidimos en la misma reflexión; cómo es que en algo tan pequeño, como una semilla, está contenida la magia de la vida. Y así, un par de días después empezamos a planear nuestro proyecto, que hoy se materializa en este emprendimiento familiar que nos llena el corazón.

Bajo la premisa “Todos podemos Cultivar” inspirada en una película, queremos llegar con nuestras semillas a todas las personas que tengan los deseos de sembrar sus propias frutas y hortalizas, para así disfrutar de lo rico y sano de cosechar tus propios productos.

Lograr recopilar semillas ancestrales de Chile y el mundo para que todos podamos adquirir y disfrutar de productos naturales, limpios y sanos.